ARTISTAS PLÁSTICOS EXPONEN EN SEDE DE "ASODEGAA" DE EL VIGÍA.

Una exposición con fragancia de mujer

Andrea Gaudiello: la pasión lunática de Antonietta 

La luna, ha sido siempre para el ser humano un misterio, ella atrae por igual a hombres y mujeres, su mágica luz nos enamora y siempre hemos querido llegar y adueñarnos de ella. La luna, es espejo de lo femenino y es representada como mujer; en la mitología griega, la diosa Artemisa, simbolizaba la luna creciente y  la diosa Hécate, representaba a la luna oscura y en múltiples culturas antiguas la luna representaba a la Gran Diosa Madre Gestadora, Además la luna ha sido una fuente natural de inspiración para el arte. Toda esta realidad está presente en la exposición: “Luna, fantasía y realidad de un alter ego ilustrado: Antonietta”, de la novel artista plástica vigiense Andrea Gaudiello.

Eudes J. Blanco P.*

La actividad artística de la plástica en el municipio Alberto Adriani y en su ciudad capital, El Vigía,  había sido una actividad predominante y hasta exclusiva de hombres. Las pocas mujeres que han incursionado en este campo han permanecido invisibilizadas, y es que se desconocía y no se tenía referencia de una exposición de pintura que tuviera como protagonista a una mujer.
Y es que a pesar de la afirmación que el arte no tiene género, dado a que el lenguaje de la creación y  la transformación de la materia puede ser realizado por hombre o mujer por igual, no deja de ser menos cierto  que entre los grandes creadores muy pocos nombres femeninos se registran y las estadísticas confirman esta situación, cuando solo el cinco por ciento del acervo exhibido en los museo le pertenece a mujeres.
Andrea Lisbeth Gaudiello Rojas, hace historia, cuando hay que registrarla como la primera artista plástica, de la que se tiene información escrita, de hacer una exposición de pintura en el municipio Alberto Adriani, lo que la convierte en una pionera, a pesar de su juventud.
Nacida en El Vigía, estado Mérida, el 13 de octubre de 1989, es la hija del matrimonio conformado por Luigi Gaudiello y Jeannette Rojas Sulbaran, comerciantes del conocido sector de Coco Frio. Andrea, estudio el preescolar y  la primaria en la Escuela del 1ro de mayo, la primera etapa de la secundaria en el Libertador Bolívar  y culminó su bachillerato en el desaparecido colegio privado Simón Bolívar.
Egresada en el año 2017, de la Universidad de Los Andes, en la  licenciatura de Artes Visuales, sorprende a propios y extraños con una exposición de pintura denominada: “Luna, fantasía y realidad de un alter ego ilustrado: Antonietta”, que tiene como escenario los espacios de Maui Café.

Conectada
Collage, tinta sobre papel 50x45 cm.
(2017)

Antonietta el alter ego
Andrea Gaudiello, es Antonietta, “…un vehículo en el que se traslada su alter ego”, el otro yo, según el significado etimológico de la alocución proveniente del latín. Es la auto creación de un personaje femenino que expresa a través de sus ilustraciones lo que ella más ama: la luna, su leitmotiv. Es su mundo paralelo, donde ella sueña y reposa sus pensamientos y comparte por considerarlo bonito y por lo que siente: “…lo hermoso de la noche y esa luz, que nos trasmite serenidad y paz”.

Pero a diferencia del significado psicológico acuñado por los psicólogos en el pasado siglo, para referirse a una persona que lleva una doble vida, El alter ego en el caso de Andrea, corresponde más al significado que tiene la palabra en el análisis literario: un personaje de ficción cuyo comportamiento, lenguaje o pensamientos intencionalmente representan a los de la autora.
En Antonietta, está inmersa la personalidad de Andrea.  En cada trazo que plasma Antonietta, Andrea se está expresando. Antonietta va más allá de un seudónimo artístico. Es el medio a través del cual Andrea escapa de la rutina diaria, es la alternabilidad de una dualidad femenina, una pertenece al día, la otra a la noche.

Luna rosada
Collage, acuarela tinta sobre papel 25X25 cm.
(2017)

 Inspiración, la luna

La luna, ha sido siempre para el ser humano un misterio, ella atrae por igual a hombres y mujeres, su mágica luz nos enamora y siempre hemos querido llegar y adueñarnos de ella. Andrea Gaudiello, a través de Antonietta, se apropia del satélite natural de la tierra. Hay un acto de aprehensión de la luna a través del arte, Lo mágico de la luna, es capturado por Andrea, quien al igual que Leonid Tishkov, artista que admira profundamente, crea un reino fantástico iluminado por la luz de la luna, pero a diferencia del artista ruso, Antonietta, no es simplemente el hombre que encuentra a la luna y se queda con ella para el resto de la vida, sino que es la misma esencia de la luna, pues esta es espejo de su femineidad.
Y es que la luna siempre ha sido representada como mujer; en la mitología griega la diosa Artemisa, simbolizaba la luna creciente y  la diosa Hécate representaba a la luna oscura y en múltiples culturas antiguas la luna representaba a la Gran Diosa Madre Gestadora y por ende vinculada a la figura de la hembra, es esa la esencia mágica que la artista captura, la combinación de mistificación y amor entre la luna y Antonietta, como un símbolo universal de la mujer. Y si bien la luna ha sido una fuente natural de inspiración para el arte, en la obra de  Andrea Gaudiello, se reafirma su esencia femenina.

Mundo lunar
Collage, tinta sobre papel 50 x 45 cm.
(2017)

Una exposición con fragancia de mujer

Lo femenino está totalmente presente en la exposición “Luna, fantasía y realidad de un alter ego ilustrado: Antonietta”. En el pequeño salón de Maui Café, a partir de la exposición de la obra de Andrea Gaudiello, se respira femineidad, esa sensación esta en cada uno de sus cuadros, en los cuales se representa la fusión de la  luna y  Antonietta. Y es que en arte gráfico, al igual que en la poesía  desde tiempos inmemoriales de los mitos y leyendas, la luna ha representado la deidad de la mujer, el principio femenino, así como el Sol con sus héroes simboliza el principio masculino. La Luna es un símbolo atemporal y permanente representado a la mujer en todo el planeta.
Pero la feminidad no queda expresada solo en el tema de la obra de Andrea Gaudiello, está en su técnica de realización, en la delicadeza de su elaboración. Al dibujo y la pintura, habilidad que fue adquiriendo poco a poco, viendo a su mamá Jeannette, realizar dibujos que fueron su primera fuente de inspiración y fue fortaleciendo con los cursos de pintura recibidos en el Centro Cultural Mariano Picón Salas, tecnificándose en la licenciatura de Artes Visuales de la ULA, hay que agregar, las habilidades adquiridas en la Escuela Luz Quintero Rivera en los cursos de manualidades, como son el collage, bordado y costura, actividades estrechamente vinculadas al mundo femenino.
En lo que respecta al color, en la representación de la luna existen un mundo lunar de colores representados por: rosado, morado, celeste, marino, purpura, verde, naranja y amarillo. Y en el caso de Antonietta, ella es delineada en blanco y negro, generando diversidad en texturas y movimiento. Los colores que la cubren son muy sutiles, predominando el rosado y el negro ya que son colores simbólicos. Ese preferencia por el color rosado, extremadamente vinculado a lo femenino, expresa: lo dulce y delicado, el encanto, la cortesía, la amabilidad, sensibilidad y sentimentalidad y simboliza las cualidades nobles del compromiso, “…es el color de la ternura erótica y del desnudo, tierno, suave, manso e infantil, de las ilusiones, los milagros o lo escandaloso y cursi”.
Sin lugar a dudas que Antonietta y la luna, son iguales, son femeninas y enarbolan un mundo de sueños, de magia y fantasía femenina

*Historiador - Cronista Honorario de la Asociación de Cronistas del Estado Mérida (Asocem) -

 eudesblanc@gmail.com